DALI

Dali es una presencia imponente, de una belleza impresionante y en la mejor etapa de su vida, lo suficientemente joven como para aprender lo maravilloso que puede ser el mundo cuando se le brinda amor. Es evidente que Dali aún no ha tenido ninguna experiencia positiva en su vida, y la confianza en él debe ser ganada gradualmente, pero cuando la otorga, será sincera. Él tiene un deseo claro: lo ansía intensamente y se puede ver su chispa juguetona en sus ojos.

Cuando una persona camina tranquilamente por su área, Dali la sigue con gusto. Sin embargo, cuando esa persona se voltea, Dali emite advertencias y retrocede.

Afortunadamente, Dali es curioso y tiene un gran apetito. Basta con sentarse a su lado y comunicarse con él en el lenguaje de los perros. A través de señales de apaciguamiento y paciencia, en unos pocos días los voluntarios que ya le son familiares pueden llevarlo con correa sin problemas. Entonces, Dali se para por primera vez con la cola moviéndose y disfruta de las caricias humanas.

Estamos buscando un hogar para Dali, preferiblemente con compañeros caninos seguros y ya presentes, en un jardín seguro y vallado, en un entorno rural.