Marylène llegó a FBM junto a sus hermanos Shelby y Fabio y su madre Eleanor, que es muy temerosa. Debido a sus miedos, los cuatro de ellos no deben haber tenido una vida fácil en las calles. Marylène es tímida y tiene miedo de las personas nuevas al principio, pero rápidamente se vuelve curiosa si le das tiempo, tranquilidad y amor. Por supuesto, todavía necesita aprender las bases de buenos modales de perro, así como a caminar con correa; recuerda que Marylène no conoce más que la fundación.
Un refugio no es el lugar adecuado para estos jóvenes animales; deberían aprender muchas cosas y recolectar muchas impresiones ya en sus primeros meses de vida, lo cual simplemente no es posible en un refugio.
Una familia comprometida y empatica podria cambiar todo el mundo de esta pequeña podenca.