Quién la ha visto y quién la ve…
La Esperanza de hoy, nada tiene que ver con la Esperanza del pasado.
La que llegó llena de heridas, se va completamente recuperada.
La que llegó triste y decaída, se va feliz y llena de vida. Alegre, risueña…
Se coló en el corazón de mucha gente y no solo por el estado en el que llegó y todos los obstáculos que superó, sino por su enorme dulzura.
Mañana pone rumbo a Italia donde le espera un futuro de ensueño, y una familia maravillosa con los brazos abiertos.
Y deja vacíos los nuestros, porque no hemos parado de abrazarla desde que llegó.
Aquí tenéis su evolución, y a la vez también nuestro pequeño homenaje.
Se feliz pequeña.
Te mereces todo el amor del mundo