FLANKI

Flanki, un galgo sensible y amable, enfrenta un desafío constante en su relación con las personas. Su temor innato lo lleva a evitar el contacto humano siempre que le es posible. Si se ve acorralado, su respuesta instintiva es quedarse inmóvil, como si el mundo desapareciera a su alrededor. Su lenguaje corporal revela su ansiedad: la retraída cola y la mirada inquieta hablan de un miedo profundo arraigado en su ser.

Pero Flanki no está solo en este sentimiento. Muchos otros galgos llegan al Refugio compartiendo estas aprensiones, quizás provenientes de experiencias pasadas. Sin embargo, es asombroso cómo estos mismos perros, una vez acogidos por familias dedicadas, encuentran una nueva perspectiva del mundo. Con amor, paciencia y comprensión, estos galgos gradualmente desvanecen sus temores y se embarcan en un camino de descubrimiento.

Flanki anhela una de esas familias transformadoras, que no solo cambie su entorno, sino que también le abra las puertas a un mundo sin los temores que lo han acompañado. Además, la compañía de otros perros puede ser un faro de seguridad para él. Su disposición a confiar en sus compañeros caninos indica su potencial para forjar lazos fuertes y superar sus inseguridades.

Siendo un recordatorio inspirador de la resiliencia canina, Flanki nos enseña que el amor y la paciencia pueden realmente cambiar vidas, permitiendo a un perro temeroso abrazar una existencia más alegre y confiada.