Cabeza gacha, mirada triste, cicatrices por todo su cuerpo…
A simple vista parece un perro enfermo recién llegado a FBM.
Pero no, no acaba de llegar. Y tampoco las analíticas revelan ninguna enfermedad.
Cocoro padece de una tristeza profunda, y su recuperación va mucho más allá de tratamientos y curas.
Desde que llegó apenas sale a los patios ni disfruta ratos de ocio, mete la cabeza entre sus patitas, y pasa los días tumbado en su cama, sin levantarse…Le han salido úlceras por permanecer tanto tiempo tumbado…
Sin duda, la mejor medicina en estos casos es el amor.
Cocoro necesita urgentemente una familia y el calor de un hogar.
Que le enseñe que otra vida mejor es posible.
Que la vida vale la pena.
Que su vida, vale más que su tristeza..
Head down, sad look, scars all over his body…
At first glance it looks like a sick dog recently arrived at FBM.
But no, he hasn’t just arrived. And neither do the analytics reveal any disease.
Cocoro suffers from deep sadness, and his recovery goes far beyond treatments and cures.
Since he arrived he barely goes out to the patios or enjoys leisure time, he puts his head between his little legs, and spends his days lying in his bed, without getting up… He has developed ulcers from lying down for so long… .
Without a doubt, the best medicine in these cases is love.
Cocoro urgently needs a family and the warmth of a home.
Where they teach him that another better life is possible.
That life is worth it.
hat his life is worth more than his sadness..
