ALFRED

Alfred es un abuelo amoroso pero gruñón, en realidad es un perrro  muy divertido y cariñoso, pero el ambiente del refugio no le sienta bien.

Aquí en el refugio se ha convertido en un anciano temeroso que a veces se defiende con sus dientecitos. Pero cuando confía en alguien, es simplemente encantador. Cuando los voluntarios lo sacan del recinto para pasar tiempo con él en el patio, se puede ver cómo este hombre pequeño florece y empieza a brillar. También disfruta mucho de los paseos y, al estilo típico de los Podencos, le encanta cavar y saltar tras los ratones.

Lo que este abuelo necesita más que nada es una familia que le brinde tranquilidad. Sería un candidato ideal para paseos tranquilos y puede convivir con otros perros, aunque estos no deberían ser extremadamente enérgicos, ya que nuestro Alfred ya no es un joven veloz. Pero eso no significa que sea viejo y oxidado o que requiera cuidados especiales. Aún puede disfrutar de aventuras propias de un hombre mayor y desea hacerlo.

Alfred tiene casi 12 años. Sabemos que debido a su raza, con sus peculiaridades, y a su edad, no será fácil encontrar un hogar para el abuelo, pero esperamos a los amantes de los perros mayores. Alfred es un representante típico de su raza: cariñoso, un poco terco, con un instinto cazador aún activo, y estaría dispuesto a vender a su abuela por una golosina.

Los inviernos en el refugio son muy duros y sus viejos huesos lo pasarán mal. Nos duele especialmente cada día que pasa en el refugio para los perros mayores. ¿Quién tiene un lugar libre para el encantador y gruñón Señor Alfred?